EXPOSICIÓN
Corazón del Sillar

GALERÍA
Centro Cultural UNSA. Galería VII

ARTISTA
Malena Velásquez Condori

CURADURÍA
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PERIODO
Septiembre

«Dicen que hizo el sol y día, y luna y estrellas. Y que esto hecho (…) hizo de piedra cierta gente (…) y un principal que la gobernaba y señoreaba y muchas mujeres preñadas y  otras paridas y  que los niños tenían en cunas según su uso, todo lo cual hecho de piedra (…).Y como yo aquí los tengo pintados y hechos de piedras, han de salir de las fuentes y ríos, y cuevas y cerros, en las provincias que os he dicho y nombrado (…) Y así se partieron estos viraqochas que habéis oído, los cuales iban por las provincias que les había dicho viraqocha»

(Juan de Betanzos, Suma y narración de los incas (1550).

 

Para empezar, a manera de sucinta declaración de intenciones, he de decir que ha sido hasta ahora la búsqueda personal e íntima  de ciertas formas olvidadas y también nuevas de expresividad telúrica, ancestral y mítica, dentro de mi  propio paisaje, el de Arequipa, lo que ha sostenido e inspirado (y lo sigue haciendo) este ensamblaje estético-lítico de AREQUIPAQ SUNQUN, que es el nombre con el que he querido bautizar la presente muestra.

AREQUIPAQ SUNQUN está compuesta y diseñada sobre superficies y embonajes[1] de rocas que en su mayoría fueron halladas en diversas expediciones realizadas por los parajes volcánicos de la región, extensión geográfica  andina conocida por los antiguos peruanos como Cuntisuyo, uno de los cuatro medios plasmadores de las diferentes personalidades colectivas en el inkario,  paisaje en el que se gesta también ahora la apuesta estética de contemplación activa  que da pie a la presente propuesta.

Para aclarar  mínimamente el contexto de su génesis, hemos de remontarnos en el tiempo hasta un lejano pasado con el que las rocas nos interpelan desde antiguo para inducirnos a formar los mitos fundadores de la existencia, evocación de lo ancestral en el que el sentimiento estético como sentimiento de la extensión material transfigura en una sola la naturaleza y el alma humana, como nos dice el filósofo Mariano Iberico al referirse a los antiguos peruanos en «El sentimiento cósmico de la vida», momento que: «hace del artista un ser incorporado a la corriente creadora de la actividad universal, un creyente, un vidente, un forjador de símbolos, es decir de formas en que la individualidad de la obra es un receptáculo y esencialmente una expresión de vida».

Rocas entonces, que como huella de la esteticidad natural del paisaje busco intervenir guardando con ellas la necesaria resonancia expresiva, haciendo eco de esa primordial intuición estética que es la de la búsqueda y/o creación ancestral de la continuidad rítmica hombre-paisaje, como en el «Pachayachay» o «conocimiento del cosmos» andino, o en otras tantas cosmovisiones extendidas sobre la aún basta faz de la tierra.

Hay también en nuestro tiempo nuevas formas de problematización estética de la realidad, discusiones en torno a preguntas como el papel de la creación en campos como la ciencia, la filosofía, la tecnología informática y aún en la naturaleza misma que vemos emparentadas en cierto modo con nuestra búsqueda y en resonancia con esa primera intuición, ese primer hábito activo-contemplativo del que hablábamos arriba.

Modelos o formas de problematización  e intervención de la materia, a los que consideramos también con atención, explícitamente los nuevos realismos materialistas y la geo-filosofía, y que serán también ocasionalmente aludidos, a manera de resonancia, en el lenguaje aplicado sobre las descripciones de los objetos-líticos que ensamblan la presente AREQUIPAQ SUNQUN.

BIOGRAFÍA DE LA ARTISTA