EXPOSICIÓN
Alta Fidelidad

GALERÍA
Centro Cultural UNSA. Galería II

ARTISTA
Nancy Adrianzén / Ángel Loaiza

CURADURÍA
————————

PERIODO
Diciembre

Buen título para definir esta exposición bipersonal, la cual cuenta con una excelente calidad, tanto en su técnica, clásica, como en el concepto, relacionado a las manifestaciones de la danza y la música, presentes en las fiestas populares andinas.

Charles Baudelaire, en un texto sobre la crítica de arte, una vez dijo: “Ya he señalado que el recuerdo es el gran criterio del arte, y el arte es la mnemotecnia de lo bello”. Y este es el caso de las pinturas de Ángel Loaiza y las esculturas de Nancy Adrianzén, quienes a partir de estilos figurativos recuerdan sus experiencias vividas como participantes, en festividades que se celebran a través de la danza y la música andina, compartiendo penas y alegrías bajo el culto sincrético que data del calendario ritual agrícola prehispánico, el cual fue adobado con la religiosidad española. En la actualidad la importancia en favor de la danza y la música prevalece en los festejos y la celebraciones tradicionales de los pueblos andinos.

Si se habló de lo bello debe hablarse entonces de lo bueno y de lo verdadero, lo cual nos lleva a la teoría estética de Platón, reunida, con humildad, en los trabajos de esta exhibición que presenta La Universidad Nacional San Agustín de Arequipa. De tal modo no existen vestigios o intenciones respecto a la postmodernidad, a la moda o alguna tendencia hacia la vanguardia. Mucho menos a complacer a través del espectáculo. La razón es que aquí se conjugan tradiciones, con su significados y significantes, y vivencias y experiencias, en el uso de los materiales. También en la forma atávica de concebir las creaciones artísticas, frente a la preocupación por dejar constancia de lo inmaterial en los contenidos del trabajo artístico. Lo cual en esencia es hoy un acto de fe, que le permite al artista generar una conciencia.

De tal forma, las pinturas y las tallas en piedra de la muestra cumplen también con transmitir, a los espectadores sensibles, las emociones y las energías que quedaron depositadas en los objetos exhibidos, que no son otra cosa que los restos de la aventura emprendida por los artistas, quienes se han atrevido a continuar por un camino del arte hoy despoblado y atípico, que es continuar con la producción de arte a partir de lo representativo y lo tradicional del folklore peruano, retomando el camino que inició en 1918 Sabogal en la pintura peruana, con su exposición en la Casa Musical Brandes .

No es reiterativo decir que las obras que se presentan en la UNSA se arraigan en el respeto por la tradición y el enaltecimiento del espíritu, así como en la búsqueda de la cincelada firme, mediante la talla directa, por un lado, y en la pincelada certera y audaz por el otro lado, haciendo de este modo que la exhibición sea un fenómeno unitario y que podríamos calificar como contracultural, al contraponer sus valores a los valores culturales e ideológicos que priman en el mundo actual.

La Contracultura no es un movimiento artístico, ni es un estilo de vida, ni representa las aspiraciones de un grupo social determinado. La contracultura es simplemente el gesto o el acto vital, es la esencia simbólica, es la protesta que puede ser célebre y silenciosa. Es la rebelión contra la estandarización y lo establecido por la cultura. Es lo opuesto a la comercialización y el marketing. Es, más bien, la creación de un flujo o un reflujo, que alimenta y mantiene el movimiento permanente de la cultura. Por lo cual siempre será posible y válido volver a los orígenes. Que es lo que sucede con la presencia de Alta Fidelidad.

Apreciamos así al artista disconforme, quien se niega a perder su sentido de trascendencia. Quien reclama con rebeldía y humanidad los cambios necesarios que requiere la sociedad, dominada por su inmediatez efímera. Quien se opone a la celebración de un espectáculo necio y absurdo. Y quien por último no le rinde culto al dinero y a los bienes materiales y de consumo. Estamos pues ante un fenómeno contracultural, así alguien sostenga locontrario.

 

José Torres Böhl