El proceso pictórico de Alexander Sucasaire nos muestra un nuevo enfoque en su pintura; desde que mostró aquella temática onírica que nos transportó a la infancia, con personajes que habitaban un mundo de fantasía, hasta esta etapa donde los personajes nos observan a través de líneas punteadas; como si se tratara de una cortina virtual o una sucesión de puntos que terminan siendo líneas paralelas que dejan entrever la mirada curiosa de sus personajes y a la vez, nos permite observar al interior de esos cuadros, como si se tratara de una ventana, en un feedback que nos cuestiona sobre el lugar en el que estamos.

Para el pintor, es una sucesión de puntos, puntos de partida que al juntarse hacen historias, forman líneas y cada línea es un circuito con historias personales, historias de una sociedad. Es decir, cada línea tiene una explicación de por qué está allí, pero a la vez, es un conjunto de elementos que nos muestran una realidad distinta.

Anteriormente nos había mostrado la intimidad de su familia y de su madre, siempre con esa sucesión de puntos y líneas; y esta vez son personajes tomados de la imaginación, sin identificación con su entorno, sino más bien, personajes anodinos y universales; quizá en esa búsqueda de mostrarnos un mundo más abierto a las nuevas manifestaciones.

La muestra “Punto seguido” de Alexander Sucasaire es una propuesta interesante que nos hará reflexionar sobre nuestro propio punto de partida.

Omar Zevallos Velarde