osé Carlos Chávez (Arequipa, 1990) es un artista formado en la Escuela de Artes de la Universidad Nacional de San Agustín. Su pintura es figurativa con una tendencia hacia al expresionismo. Sus referentes son: Antonio López García, Luis Caballero, Alex Kanevsky, Lucían Freud y Francis Bacon. En el ámbito local se siente cercano a la obra de Ricardo Córdova, Ramiro Pareja, Hernán Sosa y Lucio Puma Ydme, entre otros. Su temática es la figura humana reinterpretada desde su visión personal. Usualmente coloca a sus personajes en espacios íntimos y cotidianos donde el proceso es más importante que el resultado.

En esta oportunidad, José Carlos presenta “Aves de Corral”, una selección de diez obras de formato mediano pintadas con técnica mixta que nos muestran escenas domésticas compuestas en primeros planos donde el número tres parece ser algo recurrente, lo que se evidencia en imágenes donde apreciamos un grupo de tres pares de pies calzando medias de colores, una sartén donde se cocinan tres huevos y tres botas de diferentes tamaños que expresan el final de una larga jornada laboral. El tres alude a cada miembro de su familia. Otros cuadros representan utensilios caseros, prendas y personas realizando algunas labores del hogar. Llama la atención una pintura donde vemos un grupo de ovejas, que sirve de nexo con la experiencia que tiene el artista de habitar una familia íntima en medio de una sociedad mecanizada.

En la propuesta se percibe la tensión entre el hogar y el sistema social. El primero es una paradoja porque siendo usualmente limitado a un espacio pequeño, nos ofrece la acogida y la seguridad para poder volar con la imaginación, mientras que el segundo, no es visible en los cuadros, pero se deja sentir como una maquinaria inhumana que nos impone una forma de pensar y de actuar. Visto desde afuera, podemos parecer aves de corral, animalitos domesticados que sirven de alimento a los granjeros, pero visto desde adentro, somos aves que silenciosamente vuelan en ese espacio de libertad interior que nunca podrá ser arrebatado por nadie, porque tal como lo declara José Carlos: “siento que el sentido de mi vida se encuentra en lo cotidiano, en el deseo de preservar mis relaciones personales para estar verdaderamente en este mundo, siendo un ser para mí y para los míos”.

Finalmente, podemos decir que la muestra está bien concebida por la coherencia entre un lenguaje plástico figurativo y el contenido personalista del autor.

Javier Rodríguez Canales