ORIGAMI el alma del papel es una pequeña muestra que nace por parte de la Disciplina y Constancia que implican muchas de las técnicas artísticas y de la forma en la que estamos conectados al constante trabajo para poder crear y traducir nuestras emociones en la obra que estamos realizando.

El Origami no se trata solo de plegar si no que conlleva muchas más cosas en el proceso de pre concepción, el desarrollo de la inteligencia espacial, la mejora de las capacidades psicomotrices finas y la coordinación mano-ojo. El planteamiento de color en la concepción de las figuras modulares no son casuales, obedecen también a un proceso de comunión con la teoría del color y buscan despertar la imaginación del espectador que muchas veces se pierde del proceso de creación de la obra, el origami se trata de mucho más que el hecho de plegar, si no de cómo la misma técnica cambia o mejora aspectos emocionales en cada uno; como la paciencia, la empatía y la concentración que se desarrollan con los años.

El Origami es un arte milenario que se ha venido practicado por varias generaciones principalmente dedicado a la realeza en Oriente, este tradicional arte ha ido ganando adeptos en todo el mundo y muchas de sus cualidades son usadas en algunos campos de la ciencia para la comprensión y percepción del mundo dando grandes aportes y dejando de ser un arte menor y pasar a ser un arte magno o transversal con muchas disciplinas, teniendo como consecuencia que muchos lo tomen de forma terapéutica, como muchas otras artes sacan de cada plegado lo más sublime de su alma, todo esto sin el uso de tijeras o pegamento; estas limitaciones hacen que a diferencia de otras técnicas donde se añade o se sustrae el Papel y este pase por un proceso de transmutación de la materia, el plegar hace que el papel solo se transforme quedando intacta en toda su masa, un proceso prácticamente alquímico y en muchos casos poético.

Elegí este tema porque creo que tiene mucho que expresar, es un arte que practico de manera muy personal, y me ha traído muchas satisfacciones. Después de 20 años de plegar creo poder entenderlo, a su vez la experiencia de haberlo enseñado a muchas personas y haber compartido lo maravilloso que es crear algo complejo a partir de algo tan sencillo como es una hoja de papel. Quería que esta muestra de Origami tenga más color, más matices que reflejan un poco de mi propia alma y así darle alma al propio papel.

Cada pieza ha pasado por un largo proceso de creación, han pasado muchas películas, canciones y emociones en su ejecución, cada modelo tiene una historia, un momento en el tiempo, y eso es darle vida y dejar parte de uno mismo en cada Origami para que tengan un alma por sí mismas.

Esta muestra es una invitación a la contemplación y al asombro del niño interno que todos tenemos, al redescubrimiento nostálgico de esos momentos cuando éramos niños y tratábamos de hacer un barquito o una pajarita de papel y sentirnos gratificados con nosotros mismos, reafirmando nuestra autoestima, jugando y disfrutando de lo más simple y sublime como es el origami.

Martín Chávez