En el devenir de los días, con frecuencia hecho un vistazo por la ventana y veo el libre albedrío de los colibríes, pichuchancas, tortolitas, entre otras especies, alimentándose o simplemente descansando entre las ramas de la cucarda, del manzano y demás plantas del jardín. Sus presencias evocan simbologías ancestrales, su capacidad de volar simbolizan libertad, capacidad de cambio en cualquier aspecto de la vida, lo cual nos sugiere cambiar lo que sea necesario.

Vive, ama, arriesga, que no existen fronteras cuando los sueños lo valen. De esta contemplación tan fascinante como profundo significado me lleva a retratarlos a través de este maravilloso lenguaje, la pintura; así, tanto aves que me rodean como aquellos que solo veo a través de la fotografía son captadas por medio de vivos colores a mi estilo personal.

De esta forma, busco promover consciencia en el espectador. Cuidemos las aves de la tierra; la biodiversidad tiene derecho a la libertad y respeto; sabemos que las actividades humanas y la explotación de los recursos naturales están poniendo en peligro de extinción a muchas especies a nivel mundial.

¡Actuemos! Que nuestras acciones causen un impacto beneficioso en pos de su protección y conservación.

Soledad I. Luque Chipana

Los últimos estudios de National Geographic sugieren la existencia de unas 18.000 especies de aves que habitan nuestro planeta; cada una de ellas con sus propias cualidades y características, distribuidas y adaptadas en regiones tropicales, polares o muy secas. Nuestro país (Perú) se encuentra entre los países que poseen una megadiversidad de aves, tan maravillosas como majestuosas. Las hallamos en los bosques, cordilleras y selvas amazónicas residiendo rincones inexplorados y aquellas denominadas endémicas avistadas a nuestro alrededor, todas ellas merecedoras de libertad y respeto.

De esta inclinación a lo natural referida a la contemplación visual como auditiva sobre la biodiversidad es que las diviso engalanando los cielos con sus vuelos, pululando entre canticos por las ramas. Subjetivamente su presencia avizora tiempos de cambio; nuestros ancestros los relacionaban con dinamismo, capacidad de cambio y libertad; de este contexto surge esta propuesta con significado dual, las aves como todo ser vivo tiene derecho a la libertad y a la preservación de sus hábitats naturales, así como, la liberación espiritual en cada uno de nosotros; soltar, liberarse de cargas; vivir, arriesgarse a los cambios y sobre todo amar; trae armonía y paz a tu presente material y espiritual.

En consecuencia, esta serie de aves representadas con colores saturados complementarios y con imágenes realistas fragmentadas evocan la magnificencia del espíritu con su entorno.

Soledad I. Luque Chipana

Los últimos estudios de National Geographic sugieren la existencia de unas 18.000 especies de aves que habitan nuestro planeta; cada una de ellas con sus propias cualidades y características, distribuidas y adaptadas en regiones tropicales, polares o muy secas. Nuestro país (Perú) se encuentra entre los países que poseen una megadiversidad de aves, tan maravillosas como majestuosas. Las hallamos en los bosques, cordilleras y selvas amazónicas residiendo rincones inexplorados y aquellas denominadas endémicas avistadas a nuestro alrededor, todas ellas merecedoras de libertad y respeto.

De esta inclinación a lo natural referida a la contemplación visual como auditiva sobre la biodiversidad es que las diviso engalanando los cielos con sus vuelos, pululando entre canticos por las ramas. Subjetivamente su presencia avizora tiempos de cambio; nuestros ancestros los relacionaban con dinamismo, capacidad de cambio y libertad; de este contexto surge esta propuesta con significado dual, las aves como todo ser vivo tiene derecho a la libertad y a la preservación de sus hábitats naturales, así como, la liberación espiritual en cada uno de nosotros; soltar, liberarse de cargas; vivir, arriesgarse a los cambios y sobre todo amar; trae armonía y paz a tu presente material y espiritual.

En consecuencia, esta serie de aves representadas con colores saturados complementarios y con imágenes realistas fragmentadas evocan la magnificencia del espíritu con su entorno.

Soledad I. Luque Chipana